En versos pinto sueños, en notas vuelo, Con el lápiz trazo mundos sin igual. Tres musas me guían, mi alma consuelo, Escritura, música y dibujo, mi ritual.
En cada palabra, un universo oculto, En cada melodía, un alma que vibra. En cada trazo, un sentimiento exultante, Mi espíritu crea, mi corazón se inspira.
Con la pluma, navego por mares de tinta, Con la guitarra, toco las cuerdas del alma. Con los colores, mi lienzo se pinta, Y en esta sinfonía, mi vida se calma.
La música me transporta a otros lugares, La escritura me permite expresar lo que siento. El dibujo me da alas para volar más allá, Y en esta unión encuentro mi pleno contento.
Escribo historias de amor, de dolor y de vida, Compongo melodías que hablan al corazón. Dibujo paisajes que me llenan de calma, Y en cada creación, mi espíritu se transforma.
En la soledad de mi estudio, encuentro mi paz, Rodeado de libros, pinceles y partituras. Mi mente vuela, mi alma se eleva, Y en esta armonía, encuentro mis mayores tesoros.
La escritura, la música y el dibujo, Son mis compañeras fieles, mi refugio seguro. En ellas encuentro la fuerza para seguir, Y la inspiración para crear sin medida.
Mi lienzo es un mundo donde todo es posible, Mis notas, un lenguaje que todos entienden. Mis palabras, un puente que une lo invisible, Y en esta unión, mi alma se expande.
Cada obra es un hijo, una parte de mí, Un pedazo de mi alma, eterno y real. En ellas dejo mi huella, mi identidad, Y en ellas encuentro mi razón de ser.
La creatividad es mi refugio, mi pasión, Mi forma de entender el mundo y de ser. En cada creación, renuevo mi ilusión, Y me siento más vivo, más completo, más ser.