En la calma serena de un día sin fin, comencé a notar que algo en mí cambió un susurro en mi pecho, un sentir sutil, que al pensarte a ti, mi corazón despertó. Tus ojos, dos estrellas en la inmensidad, me guían en la noche, me llenan de paz, y cuando me hablas con tu voz, con bondad, es como si el mundo se detuviera, fugaz. No sé cómo ocurrió, cómo empezó, pero tu risa, como un río, me envolvió, y en cada palabra que el viento llevó, mi alma se ató a la tuya y nunca volvió. El tiempo se disfraza de eternidad, cuando en mi mente tu imagen está, y me pierdo en la dulce posibilidad, de que algún día, te fijes en mi verdad. Es un juego, un misterio, este nuevo sentir, donde cada encuentro es un latido al vivir, y aunque aún es temprano para decidir, mi corazón me dice que te quiere seguir. Camino despacio, en el umbral de este amor, con miedo a caer, pero anhelando el calor, de tus manos que al rozar las mías, sin temor, me llenan de esperanza y un dulce clamor. No sé si el destino no...
En un laberinto de dudas me encuentro, Perdido en un mar de emociones, sin rumbo cierto. Como un barco a la deriva, sin vela ni timón, Busco un puerto seguro, un lugar donde anclar mi corazón. Miro al pasado, un fantasma que me persigue, Y al futuro, con miedo, mi alma se estremece. ¿Encontraré mi camino? ¿Alcanzaré mi meta? O seguiré a la deriva, sin rumbo cierto, poeta. En cada sueño, una esperanza se enciende, Pero la realidad, cruel, mi ilusión suspende. Siento que me ahogo, en un mar de inquietud, Y mi alma, cansada, busca una actitud. ¿Dónde está mi lugar en este mundo tan vasto? ¿Soy solo un grano de arena, perdido y olvidado? Quiero marcar mi huella, dejar mi legado, Pero el miedo me paraliza, como un ancla pesada. En la noche oscura, busco una estrella que me guíe, Un faro de esperanza, que mi alma ilumine. Quiero encontrar la fuerza para seguir adelante, Y superar los obstáculos, con valentía y elegante. Soy un camaleón, cambiando de color, Buscando mi i...